Después de varios años de una lucha sin cuartel entre los Conservadores y los Liberales, empeñados mutuamente por tener el control absoluto del País. En Enero de 1861 el Lic. Benito Juárez García, entra triunfante a la Ciudad de México y con ello se consolida el establecimiento de un gobierno liberal y el restablecimiento de la Constitución de 1857 y los preceptos que establecían y garantizaban la libertad, la propiedad, la igualdad, la seguridad, la soberanía popular y sobre todo la regulación y separación del clero de las acciones de gobierno.
Esta lucha intestina no solo desangra al País, también fue la causante de serios y terribles problemas sociales y económicos. El gobierno incapaz de tener ingresos suficientes, enfrentando una recaudación precaria e insuficiente, se vio obligado a decretar la suspensión temporal del pago de la deuda externa el 11 de Julio de 1861; esta medida sorpresiva e unilateral afecto a los intereses de los Gobiernos Imperialistas de Inglaterra, Francia y España y la respuesta no se hizo esperar, el día 31 de Octubre de 1861 se reunieron en Inglaterra los Ministros de Relaciones Exteriores de esos Países y firmaron el “Protocolo de Londres”, documento en el que acordaron que alarmados ante la medida atentatoria a sus intereses económicos atropelladamente tomada por el Gobierno Mexicano, tomaban la decisión de enviar a sus poderosas escuadras navales, con instrucciones de apoderarse del principal puerto mexicano del Golfo y de las costas adyacentes como medida de apremio.